9:08
9. (Suena el timbre)
9:08Después de la rueda y la electricidad, el Mc Envío es el mejor invento del hombre. Creo que ya era el mediodía cuando me puse frente a l...
Creo que ya era el mediodía cuando me puse frente a la compu con un Big Mac grande (hace cuanto no me pedía el combo grande) y abrí el Google Earth que alguna vez alguien me instaló.
¿Dónde me puedo ir? ¿Dónde me voy a sentir lo suficientemente lejana como para salir de este dolor y lo suficientemente cercana como para no sentir el abandono?
(Sé que no hay lugares donde uno se vuelve feliz sólo con llegar, pero también es verdad que un bosque, un mar, las montañas en la ventana o las calles chiquitas envueltas de adoquines mejoran el panorama y con eso, el ánimo.
Pero en ese momento, sólo quería huir. No quería llamar a mis viejos llorando, ni a Loli ni a Pau. Quería tomar una decisión, después del día anterior donde las decisiones me tomaron a mí hasta el desmayo. Necesitaba irme ya: no al otro día, no cuando tuviera todo arreglado, sino ya).
A ver, Victorita... ¿cuánta plata tenemos? Y en la caja de zapatos del placard, se arañaban 3.000 dólares del ahorro compulsivo para Europa. Buen botín.
Creo que sonreí.
Armé una valija mediana, de esas con rueditas que me prestó Pato, mi hermano, para irme Chile a la convención anual de los ladrones de Moviltar. Que trabajo más horrible. Mas horrible que lo que me pasó ayer, que el desmayo y las baldosas sucias. Cuándo se me ocurrió estudiar Relaciones del trabajo.
Abrigo, bikini, botas y ojotas... no sé, cualquier cosa y en forma compulsiva con tal de no llorar.
No quiero convertirme en ese tipo de mujer que siempre odié... tirada en la cama tomando helado, rodeada de amigas que se pelean por llegar primeras para contar después que llegaron primeras, la Oh La Lá en la mesita de luz y una película tipo Amelie de fondo para darle glamour. Y menos que menos pretendo quedarme llorando por Emiliano que en nada me estaba sorprendiendo.
De hecho, ni siquiera puedo enojarme con él.
Qué bueno que no nos mudamos juntos...
(Suena el timbre).
...Y que nunca le dí copia de las llaves.